Místicismo. Esta es la palabra que mejor define al perfil zen. Son personas con un halo de luz propia. Son serenas, relajadas, comedidas y especialmente sensibles. Les agrada la compañía, pero necesitan de la soledad ocasional para entrar en contacto consigo mismos. Disfrutan vinculando su espíritu a la naturaleza y el entorno en el que se encuentran.
Especiales y singulares, el perfil zen cuida con empeño su espíritu interior y presta especial atención al mundo emocional.
Son personas con muchos intereses, pero la mayor motivación en todos ellos es la del desarrollo espiritual. Sienten predilección por los temas relacionados con el crecimiento personal, la curación emocional, la motivación y la salud. Los encontrarás en las secciones de auto-ayuda de cualquier librería, en sesiones de yoga o meditación, y en terapias innovadoras de reiki y aromaterapia.